La psicometría del estrés auxilia a conocer las distintas evaluaciones del mismo. Esta implica la medición psicológica de los factores que lo ocasionan, pudiendo ser internos, externos o modulares. Los últimos en comento, no se encuentran vinculados de manera directa con la generación de estrés, sin embargo, condicionan respuestas concretas ante el mismo, auxiliando a amortiguar o incidiendo en su aumento e impacto emocional y psicológico.
Para esclarecer lo que precede, cuando una persona vive un suceso que ocasiona estrés, puede recibir dos tipos de factores moduladores: el primero es positivo, sintiéndose apoyado por las personas en su entorno y familia; y el segundo es negativo, haciendo que se sienta recluido y solo, por lo que el impacto emocional sería mucho mayor que en el anterior.
Por cuanto hace a la evaluación, lo principal es realizar una adecuada recolección de datos y hacer uso de instrumento para medir el estrés, y, consecuentemente, tener un diagnóstico preciso y certero, que nos permita llegar al tratamiento adecuado. Para evaluar y diagnosticar el estrés, principalmente es a través de la observación del historial de la conducta en el tiempo y mediante cuestionarios, pruebas y test psicofisiológicos, así como técnicas endocrinas y técnicas proyecivas. A continuación, se explicarán brevemente los más relevantes.
La observación de la conducta se puede llevar a cabo en un entorno controlado o situaciones, en ambos los especialistas registran sus conductas. En algunos casos, se suelen aplicar entrevistas o, simplemente, a través del análisis particular de las conductas inusuales. Algunos de los cuestionarios y el test utilizados como recursos para evaluar a las personas con estrés son: el índice de reactividad al estrés de Rivera (1981) y las escalas de apreciación del estrés de Fernández (1992).
Las pruebas psicofisiológicas evalúan los componentes fisiológicos con base a las respuestas ante el estrés, registrando las distintas variables fisiológicas que comprueban y manifiestan si se encuentra presente o no en el sujeto de análisis. Por ejemplo, que una persona presente irregularidades de funcionamiento a nivel orgánico, en los distintos sistemas del cuerpo o un aumento en la producción de adrenalina y noradrenalina.
Los métodos endocrinos evalúan el estrés en función a las distintas variables biológicas, por ejemplo, la presencia de hormonas como el cortisol, que, aunque es una hormona normal en el cuerpo, cuando se tiene estrés está aumenta su producción notablemente pudiéndose detectar en sangre,.
Por último, en las evaluaciones del estrés con los procesos proyectivos, la percepción juega un papel protagónico, pues el experto de la salud evalúa al paciente en función de su proceso de percepción y cognitivo, con base a esto este test proyectivo de información acerca del nivel de reactividad al estrés de la persona.
De esta forma se concluye que existen diferentes tipos o formas de evaluar el estrés en las persona, siendo cada uno de ellos de vital importancia, pues cada cual aporta información valiosa para el oportuno diagnóstico y tratamiento exitoso del estrés.
BIBLIOGRAFIA:
M.R. Abuín (2010) Psicometría del Estrés. En: JLG de Rivera, Los Síndromes de Estrés. Ed. Síntesis Madrid
Para esclarecer lo que precede, cuando una persona vive un suceso que ocasiona estrés, puede recibir dos tipos de factores moduladores: el primero es positivo, sintiéndose apoyado por las personas en su entorno y familia; y el segundo es negativo, haciendo que se sienta recluido y solo, por lo que el impacto emocional sería mucho mayor que en el anterior.
Por cuanto hace a la evaluación, lo principal es realizar una adecuada recolección de datos y hacer uso de instrumento para medir el estrés, y, consecuentemente, tener un diagnóstico preciso y certero, que nos permita llegar al tratamiento adecuado. Para evaluar y diagnosticar el estrés, principalmente es a través de la observación del historial de la conducta en el tiempo y mediante cuestionarios, pruebas y test psicofisiológicos, así como técnicas endocrinas y técnicas proyecivas. A continuación, se explicarán brevemente los más relevantes.
La observación de la conducta se puede llevar a cabo en un entorno controlado o situaciones, en ambos los especialistas registran sus conductas. En algunos casos, se suelen aplicar entrevistas o, simplemente, a través del análisis particular de las conductas inusuales. Algunos de los cuestionarios y el test utilizados como recursos para evaluar a las personas con estrés son: el índice de reactividad al estrés de Rivera (1981) y las escalas de apreciación del estrés de Fernández (1992).
Las pruebas psicofisiológicas evalúan los componentes fisiológicos con base a las respuestas ante el estrés, registrando las distintas variables fisiológicas que comprueban y manifiestan si se encuentra presente o no en el sujeto de análisis. Por ejemplo, que una persona presente irregularidades de funcionamiento a nivel orgánico, en los distintos sistemas del cuerpo o un aumento en la producción de adrenalina y noradrenalina.Los métodos endocrinos evalúan el estrés en función a las distintas variables biológicas, por ejemplo, la presencia de hormonas como el cortisol, que, aunque es una hormona normal en el cuerpo, cuando se tiene estrés está aumenta su producción notablemente pudiéndose detectar en sangre,.
Por último, en las evaluaciones del estrés con los procesos proyectivos, la percepción juega un papel protagónico, pues el experto de la salud evalúa al paciente en función de su proceso de percepción y cognitivo, con base a esto este test proyectivo de información acerca del nivel de reactividad al estrés de la persona.
De esta forma se concluye que existen diferentes tipos o formas de evaluar el estrés en las persona, siendo cada uno de ellos de vital importancia, pues cada cual aporta información valiosa para el oportuno diagnóstico y tratamiento exitoso del estrés.
BIBLIOGRAFIA:
M.R. Abuín (2010) Psicometría del Estrés. En: JLG de Rivera, Los Síndromes de Estrés. Ed. Síntesis Madrid
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