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Clasificación o tipos de estrés.

La identificación de los tipos de estrés resulta relevante,  por sus características, síntomas, duración y tratamiento. Los tipos de estrés, según la American Psychological Association (2020) y en atención a su duración o intensidad, son:

A)   Estrés agudo. El más común y el cual surge de las exigencias y presiones del pasado reciente y las exigencias y presiones anticipadas del futuro cercano.  El estrés agudo es emocionante y fascinante en pequeñas dosis (eustrés), por el contrario, en grandes cantidades es agotador (distrés). A corto plazo puede provocar agonía psicológica, dolores de cabeza tensionales, malestar estomacal y otros síntomas. Los efectos más comunes son: i) Agonía emocional; ii) Problemas musculares que incluyen dolores de cabeza tensos, dolor de espalda, dolor en la mandíbula y tensiones musculares; iii) Problemas gástricos, es decir, estomacales e intestinales, como acidez, flatulencia, diarrea, estreñimiento y síndrome de intestino irritable; iv) Sobre-excitación pasajera que deriva en elevación de la presión sanguínea, ritmo cardiaco acelerado, transpiración de las palmas de las manos, palpitaciones, mareos, migrañas, manos o pies fríos. Dificultad para respirar y dolor en el pecho.
B)   Estrés episódico agudo. Lo padecen personas que tienen estrés agudo con frecuencia, cuyas vidas son tan desordenadas que son estudios de casos y crisis. Ocurre en personas con exigencias irreales, tanto propias como provenientes de la sociedad. Asumen muchas responsabilidades  y no pueden atender las exigencias autoimpuestas ni las presiones. Estas personas están muy agitadas, tienen mal carácter, son irritables, ansiosas y están tensas. Son cortantes e irritables o beligerantes, lo cual se interpreta como hostilidad. Las relaciones interpersonales se deterioran con rapidez. Su trabajo es en un ambiente muy estresante para ellas. Otra forma de estrés agudo episódico surge de la preocupación incesante, son pesimistas y negativos ante el presente y el porvenir. Todo se ve mal, por lo que se agitan demasiado y están tensos, tienden a la ansiedad y la depresión que al enojo y la hostilidad. Los cardiólogos Meter Friedman y Ray Rosenman identificaron una personalidad “Tipo A” que es propensa a los problemas cardiacos que es muy similar a un caso extremo de estrés episódico. Tal tipo de personalidad se caracteriza por “un impulso de competencia excesivo, agresividad, impaciencia y sentido agobiador de la urgencia”, así una forma de hostilidad sin razón aparente y casi siempre una inseguridad profundamente arraigada, y son propensos a desarrollar enfermedades coronarias. Son personas sumamente resistentes al cambio y sólo la promesa de alivio del dolor y malestar puede mantenerlos incursos en un tratamiento y su eventual recuperación. Sus síntomas son: i) Sobre agitación prolongada; ii) Dolores de cabeza tensos y persistentes, así como migrañas; iii) Hipertensión; iv) Dolor en el pecho, y v) Enfermedades cardiacas. Las personas sometidas a este tipo de estrés no ven nada malo en la forma de conducción de sus vidas, porque se asume que parte integral de su ser y su vida; se culpa de su padecimiento a otros y hechos externos.
C)    Estrés crónico. Es un estrés desgastante y destructivo del cuerpo. mente y vida. Es común en la pobreza, familias disfuncionales, matrimonios infelices o empleos o carreras que se detestan. Es el estrés que se genera cuando no se ven salidas a problemáticas deprimentes, de las presiones sin fin, de la desesperanza en la que se abdica de buscar soluciones. Puede originarse en experiencias traumáticas de la niñez y aquellas que afectan profundamente la personalidad. Se tiene una percepción del mundo o visión que provoca más estrés, por lo que se exige un autoexamen activo para el proceso de recuperación, muchas veces con ayuda de un profesional. El peor aspecto del estrés crónico es que las personas se acostumbran a vivir en él. Puede ser mortal, a través del suicidio, la violencia, el ataque al corazón, la apoplejía e, incluso, el cáncer. También se asocian la inseguridad, sentimiento de indefensión, ansiedad y depresión; enfermedades del aparato digestivo, y, en general, enfermedades cutáneas Es difícil de tratar y puede requerir tratamiento médico, de conducta y de manejo de estrés.

Como se anticipó, algunos otros autores (Regueiro, 2020), en el estrés, entendido como “la reacción fisiológica del organismo en el que entran en juego diversos mecanismos de defensa para enfrentar una situación que se percibe como amenazante o de demanda incrementada … (y)… cuando se da en exceso se produce una sobrecarga de tensión que repercute en el organismo y provoca la aparición de enfermedades…” Distingue entre estrés positivo/bueno o “eustrés” y el negativo/malo o “distrés”. El primero corresponde a una adecuada motivación que es necesaria para culminar con éxito una prueba o situación complicada; es adaptativo y estimulante; es positivo y se presenta cuando hay aumento de la actividad física, el entusiasmo y la creatividad. En exceso puede provocar un transtorno de ansiedad. El distrés es desagradable; provoca una inadecuada, excesiva o desregulada activación psicológica, es dañino, provoca sufrimiento y desgaste personal. E el estrés se pueden identificar tres fases: i) De reacción de alarma; ii) De resitencia, y iii) De agotamiento (Seyle, 1960, citado por Regueiro, 2020).

Se reconoce otros tipos de estrés como el laboral, académico y post-traumático. El primero como “la respuesta física y emocional a un daño causado por un desequilibrio entre las exigencias percibidas y los recursos y capacidades percibidos de un individuo para hacer frente a esas exigencias… está determinado por la organización del trabajo, el diseño del trabajo y las relaciones laborales, y tiene lugar cuando las exigencias del trabajo no se corresponden o exceden de las capacidades, recursos o necesidades del trabajador o cuando el conocimiento y las habilidades de un trabajador o de un grupo para enfrentar dichas exigencias no coinciden con las expectativas de la cultura organizativa del trabajo” (Servicio de Administración del trabajo, Inspección del Trabajo y Seguridad y Salud en el Trabajo, 2016). El académico corresponde a una reacción de activación fisiológica, emocional, cognitiva y conductual ante estímulos y eventos académicos, y en este se presentan variables como género, edad, profesión, estrategias de afrontamiento, etcétera. Existen otros tipos como el estrés doméstico y el transtorno por estrés postraumático.

  • American Psychological Association. (14 de mayo de 2020). Los distintos tipos de estrés. Recuperado de https://www.apa.org/centrodeapoyo/tipos
  • Berrío García; Nathaly Mazo Zea, Rodrigo. (14 de mayo de 2020). Estrés académico. Recuperado de 
  • http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php? Script=sci_arttext&=S2145-48922011000200006 
  • Regueiro, Ana Ma. (14 de mayo de 2020). Conceptos básicos: ¿Qué es el estrés y cómo nos afecta?. Rceuperado de https://www.uma.es/media/files/talleresestrés.pdf 
  • Rodríguez Castro, Marc. (14 de mayo de 2020). Tipos de estrés y sus desencadenantes. Recuperado de https://psicologiaymente.com/clinica/tipos-de-estres
  • Servicio de Administración del Trabajo, Inspección del Trabajo y Seguridad y Salud en el Trabajo. (2016). Estrés en el trabajo: Un reto colectivo. Ginebra: OIT.



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